Redes sociales versus blog

Ayer por la tarde me habéis preguntado por el facebook de la asociación. Lo siento mucho pero no tenemos ‘feis’ y dudo mucho de que lo lleguemos a tener algún día. En dos de los proyectos que tengo en la web creé un facebook y lo vinculé al blog con una aplicación ad hoc de manera que todo lo que se subía al blog aparecía en esa red social en cuanto se propagaba. Pero nunca he mirado para el ‘feis’ y cada vez que nos comentaban algo (me enteraba porque llegaba noticia de los comentarios al correo electrónico) me volvía loco para saber dónde pinchar para responder. Además, con ello se dividía la conversación en dos frentes; una locura, como digo. Los chismorreos intrascendentales de las redes sociales me cansan y no veo que éstas nos puedan aportar ninguna utilidad extra: ya tenemos este blog que genera un archivo XML con el que sindicarse a la bitácora mediante un programa o una aplicación para leer feeds. Me habéis dicho ayer que con el ‘feis’ nos seguiría más gente. Ya… Pues seguid leyendo.

Tampoco está habilitada la opción de comentarios en este blog. No es ser borde, es que si tenéis algo que decirnos ya sabéis quienes somos y dónde encontrarnos. Y si algo os hace falta, ahí tenéis nuestro email y ya sabéis nuestros teléfonos y ‘guasap’. Deshabilitando la opción de comentarios evitamos spam y trols, que no sé qué será peor habida cuenta de experiencias pasadas. Y es que las gentes son ineducadas y si les das la posibilidad de ampararse en el anonimato se vuelven irrespetuosas. El objetivo de esta bitácora no es otro que dejar constancia de lo que hacemos a efectos propios, para no ir guardando papeles en casa. Sí, vale: y de vez en cuando informar, como ahora, o administrar tirones de orejas, como en algunos artículos anteriores.

Y es que no tenemos ningún interés en que nadie encuentre esta bitácora. No la vamos a proteger con contraseña porque sería tal latazo que ni nosotros mismos entraríamos a postear; y porque sería una falta de respeto hacia amigos del mundo del juego de otros pagos que nos visitan de vez en cuando para seguir nuestras andanzas. Así que si no le dais mucha publicidad a esta web, mejor: agradecidos quedamos. Entrad, consultad y reíros con las filípicas y catilinarias que suelto de tanto en tanto. (Luego me llaman pedante, pero lo dice quien no alcanza —hace gala de un lenguaje limitado— y tampoco usa el diccionario —no fuera a ser que por aprender algo nuevo olvidara otra cosa—). Ya lo habéis leído en la anterior entrada: lo nuestro es una asociación privada y todo esto es para consumo interno. ¿Que la web está abierta a todos…? Al que no le guste que no entre, que no la vamos a proteger con contraseña para hacernos la cusqui a nosotros mismos.

¡Leche lo que nos está costando hacernos comprender! Otro día os explicamos lo de público y privado y un poco de legislación nacional. Pero sin pretensiones, que luego me llaman leguleyo y por esas sí que no paso.

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