Una vuelta al mundo con 6 juegos (día 2)
Ayer martes volvimos al C.P. Río Sella, donde nos aguardaban los 18 niños de 5º y 6º de Primaria que se inscribieron en el proyecto que nos ocupa.
Habíamos propuesto un máximo de 16 alumnos reservándonos dos cupos para algún caso especial. Y así fue: solicitamos a dos niños repetidores de 3º, inquietos, con un expediente académico nada bueno pero con posibilidades de quebrar el metro del cociente intelectual a nada que les apeteciera someterse a los tests pertinentes. Pero ayer, atareados en sus recreos, se les olvidó acudir. Los veremos el próximo martes cuando mostremos un nuevo juego.
En este segundo día los que asistieron volvieron a jugar al awithlaknannai. Con las modificaciones que les propusimos los peones volaban, y las partidas apenas duraban 3 minutos en cuanto se dieron cuenta de que era posible comer varios peones si se encontraban en la posición adecuada.
Y es que debo reconocer que cometí el error de partir del supuesto de que todos conocían el juego de damas y sabían capturar al estilo alquerque. No es así —es más, NINGUNO sabía jugar a las damas— y me doy yo misma el tirón de orejas que merezco… Pero apelo a mi derecho a la pataleta: ¿qué mundo es éste donde nuestros hijos ignoran cómo se juega a las damas?
Anoto mentalmente que en el próximo juego no debo dar nada por sentado para así no olvidar la explicación de las reglas más básicas.
Quiero decir que la respuesta de los chavales ha sido excelente. Se han enfrascado a comerse tapones como si este juego fuera la última maravilla de Knizia. Y debo añadir que para alcanzar el cupo de 16 tuvieron que realizar un sorteo de cuatro niños por curso (dos líneas de 5º y dos de 6º) porque tengo noticia de que en un curso se presentaron 10 voluntarios y en otro 12. Es una maravilla trabajar con jóvenes que tienen avidez por aprender. Como decía la secretaria del colegio: «parece mentira que ahora esto sea novedad y lo habitual sean los ordenadores y las consolas de juegos». Pues sí, Susana, yo también estoy asombrada.
Os voy a dejar las fotos que sí me he acordado de hacer hoy, y quiero agradecer una vez más a Mercedes, la jefa de estudios, y a Julián, el director, y por supuesto a Susana, la apuesta que han hecho por los juegos de mesa en el centro escolar dedicando un aula entera para esta actividad. Estoy convencida de que esta experiencia piloto dará sus frutos cuando vuelvan los recreos fríos y húmedos del invierno.
El aula de juegos de mesa
La «juegoteca» desde otro ángulo
La juegoteca a medio llenar
Llegan los que se rezagaron por motivos escolares