ACTUALIZADO EL 14.04.2015 A LAS 00:10 Acabamos de llegar a casa, cansados pero no derrotados. Los 11 esbardos que enviamos a Oviedo se batieron el cobre como cosacos. Los resultados no han sido buenos —decir lo contrario sería una absurda engañifa—, pero hemos regresado con más ganas y más ilusiones de las que llevábamos hoy…