Crónica de una reunión de ajedrez

Ayer sábado nos reunimos 9 aficionados ajedréfilos en el Hotel Los Acebos de Santianes del Terrón para disfrutar con el juego rey. Hubo cuatro ausencias con relación a quince días atrás pero tuvimos cinco nuevas incorporaciones: Sergio, Cristian, Agustín, Fernando y Alejandro. Y nadie regaló nada, que aquí el más tonto hace relojes.

Al ser impares jugué pocas partidas dada mi responsabilidad como organizador, pero las que pude jugar me dejaron ese agradable sabor que deja una batalla disputada, ganada o perdida.

Evité a Manolo a duras penas, que aún me escocía el 4-0 con que me gravó la cartilla hace quince días. Jugué una con Rubén en la que ambos, cual caballeros decimonónicos, nos permitimos levantar un fallo grosero en sendas ocasiones. El mate sobrevino tras capitidisminuirnos mutuamente (debe ser la primera vez que conjugo reflexivamente este verbo). La partida se decidió al sprint. Rubén corría con un peón solitario que quería llegar a ser general mientras mi rey se lanzaba a campo abierto a acogotar a su homólogo. Al final mi torre puso la guinda del pastel mientras un Manolo espectador disfrutaba cambiando de bando al son de nuestros respectivos arreones.

Había jugado previamente con Sergio un par de partidas; en la primera, brava, dura, me costó doblegarle. En la segunda, tras perder una torre, de la que puede resarcirme momentos después, y la reina por despiste, me dejé llevar a los abismos insondables de la desolación y acepté un mate que no lo era y en el que Sergio hubiera perdido su dama. Y eso que sé de sobra que no se puede dar el brazo a torcer hasta que no te lo rompan, pero todos los días no son fiesta… Me pondré las pilas.

Con Agustín también jugué una batalla tensa y sostenida hasta que pude hacer un hueco y colar mi artillería. Aunque valió mi mejor posicionamiento de piezas, no fue nada fácil.

Vi partidas muy interesantes, como las dos primeras que jugaron Cristian y Alejandro, con una capitulación por cada bando. Eric se arrancó con Fernando, que no cesaba de decir que no veía el tablero, o las piezas, o las jugadas. Total, que abusando de modestia puedo despacharse a Eric creo que en un par de ocasiones, no sin grandes pérdidas de material por su parte. Luego, Fer, el más experimentado de todos nosotros, jugó con Sergio y también se las tuvieron tiesas entre ellos, pero no sabría decir cuál fue el resultado. Y creo que Fernando también jugó con Cristian, pero debía estar enfrascado en colosal batalla con Agustín y ahora no lo recuerdo.

El profe, que llegó cuando sus obligaciones se lo permitieron (lo cual es muy de agradecer), jugó otras dos partidas más, una con Rubén y otra con Manolo, y me atrevería a decir que disfrutó de la tarde. Y es que pensar hasta que duela mola mazo.

Pero lo mejor estaba por llegar. Se jugó al ajedrez por parejas. Incluso picamos a Agustín a ello; cuando se levantó de la mesa atinó a decir que aquello era una locura. Eric y Cristian formaron tándem el resto de la tarde y fue el más exitoso. Yo hice equipo en dos partidas con Sergio. En la primera Eric me dio el golpe del conejo en menos de diez movimientos, por estar pendiente del material que me podía llegar del otro tablero y no del mío (y porque Eric jugó sin fallos). Quedé un tanto frustrado y después de levantarme lo reconsideré y me volví a sentar. Ésta segunda la pudimos ganar pero gracias al material que me metió Sergio, que me llegaba providencialmente. Cierta es la protesta de Eric porque Manolo no era capaz de callar y apuntaba aquí y a veces cantaba allá. Pero fue hacer que Manolo se pusiera del lado de Eric y finiquitar una partida que se nos ponía cuesta arriba porque a Eric le empezaba a llegar material del tablero donde Cristian y mi compi Sergio luchaban a brazo partido. No me preguntéis qué pasó a mi izquierda porque esta vez sí puede concentrarme en mi tablero.

Yo diría que todos lo pasamos requetebién. Incluso hubo quien pidió que estas reuniones se convocaran semanalmente.

No sería mala idea pero queremos evitar agobios. Mejor quedar con las ganas e ir paso a paso. Como dicen los futboleros: hay que meter el primer gol antes que el segundo. Además, la semana que viene tenemos la fase zonal de los JJ.DD. del Principado el domingo por la mañana y el atasco puede ser mayúsculo si jugamos el sábado por la tarde. Quedaremos, pues, para el siguiente sábado 28 de marzo.

A los que fuisteis invitados y no pudisteis venir os esperamos para jugar dentro de quince días.

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