…Y viva quien venza
La semana pasada organizamos unas partidas simultáneas con Esperanza Rivero, que fuera campeona de España sub16, además de otro montó. de títulos.
Tener a alguien como Esperanza en un pueblo venido a menos como éste y no aprovechar su presencia como recurso educativo y formativo es un delito del que deberán dar cuenta aquellos a los que pagamos para que nuestros hijos tengan una educación mejor. No estoy hablando del profesorado, quienes hacen cuanto pueden con los exiguos medios de que disponen, sino de los mangantes que parten el dinero como les viene en gana y lo reparten entre ellos y su preñada agenda de contactos. Políticos de medio pelo (algunos alopécicos) que pasaron sin pena ni gloria por las aulas del instituto; los hay que adornan su currículo con un titulito universitario, pero lo que natura no da Salamanca no presta. Estos políticos de cerviz curvada ignoran y desdeñan aquello que no les proporciona foto y voto. Y es que en este país a la deriva es hacerse concejal y entrarles la omnisciencia de dios y la infabilidad del papa: saben de todo y no se equivocan en nada. No existe filtro para medrar en los partidos políticos, tan sólo se requiere ser plegadizo y acartonado… y viva quien venza. Así nos va, y peor que nos irá si no nos atrevemos a introducir cambios. En definitiva, fuimos capaces de organizar una tarde de ajedrez, una tarde de juegos y recreación, ocasionando el mínimo gasto y el máximo disfrute a unos escolares ávidos de experiencias en una zona rural abandonada a su suerte. El dinero público también se va por los sumideros de talleres que nadie pide —pero engordan la saca del sobrino— y se diluye en montar chiringuitos y carpas para el club de amigos en que se ha convertido el Ayuntamiento. Carpas y cierres perimetrales pagados con el dinero de todos que se utilizan para gloria de primos, amigachos, adláteres, estómagos agradecidos, mariachis y aplaudidores afines al clan. Peón Rojo |