Proyecto de ajedrez educativo
Estos días atrás, visitando los centros escolares que tenemos cerca de nuestra localidad para ofrecerles la participación en el evento de ajedrez en Carnaval del que os informábamos ayer, nos topamos con una más que grata sorpresa.
Acudíamos al C.P. Manuel Fernández Juncos de Ribadesella en busca de la profesora Diana Pardo, que el año pasado estaba al frente de una iniciativa que podríamos llamar ajedrez en la biblioteca del colegio, y de Javier Jorganes, director y viejo conocido nuestro.
Diana estaba inmersa en sus quehaceres docentes, pero el director, terminada su clase, se llegaba a dirección una vez avisado de nuestra presencia.
Nos hizo varias preguntas de corte administrativo sobre la federación asturiana de ajedrez y quiso saber si disponían de cartelería (carteles y pósteres) específica de ajedrez para su aula de ajedrez… ¿¡Aula de ajedrez!?
Y nos vimos transportados al cielo. Nos mostró muy orgulloso —y tenía motivos para estarlo— el aula que habían dedicado al juego rey. Allí nos aguardaban 16 tableros permanentemente montados y un grupito de niños que estaban practicando el arte de Caissa dirigidos por Jaime, el profesor de Educación Física. Javier quería decorar el aula con pósteres de ajedrez: imágenes de campeones, piezas en diferentes posiciones, etcétera. Además de mesas y tableros con sus piezas, disponen allí de un tablero vertical magnetizado desde el que explicar visualmente estrategias de combate de ajedrez a los alumnos. En el proyecto, coordinado por Diana Pardo, se encuentran involucrados otros siete profesores además del director.
Por prudencia, no hemos sacado fotografías a los educandos que, ajenos a nuestra presencia, continuaron enfrascados elaborando artimañas y galimatías para poder capturar al rey rival. Eran todos niños de 1º ó 2º de Primaria, que no quisimos molestarles preguntando. De pronto una vocecilla llamó a Jaime y una mano se levantaba de entre las mesas: «Jaime, fulanito no me deja comerle el rey»; y el profe, con infinita paciencia volvía a explicar: «ya habíamos dicho que el rey no se puede capturar; si no tiene escapatoria termina la partida, pero no se lo puedes comer».
Allí quedaron imaginando mil combinaciones, sin duda a cual más rocambolesca, dada su edad… pero si hubiéramos tenido un microscopio habríamos visto a las neuronas infantiles crear sinapsis con otras vecinas para retener la información que el propio juego genera.
Os dejo con unos de los carteles que están distribuidos por todo el colegio. Éste concretamente está a la entrada a dirección. No tiene muy buena calidad porque en ese momento llegaba el director y no nos dimos cuenta de revisar la cuestión del enfoque, pero valga como documento gráfico.
¡¡Qué cunda el ejemplo!!
C.P. Manuel Fernández Juncos, de Ribadesella